La decoración  natural y sostenible mejora las emociones de los niños.

Imagino que estamos de acuerdo en que el espacio en el que habitamos tiene una gran influencia en nuestras emociones. Esto se percibe sobre todo cuando nos tomamos una escapada a la naturaleza, nos sentimos en paz y cargamos energía.

Por ello, es muy importante la DECORACIÓN de nuestra casa, en especial la DECORACIÓN de las habitaciones de nuestros hijos, ya que son los más sensibles a estos estímulos, y, no solo desde un punto de vista estético, que también, sino desde un enfoque dirigido a equilibrar y mejorar sus emociones.

Los bebés y los niños necesitan dormir muchas horas, siendo su habitación el espacio donde más tiempo pasan. A medida que se van haciendo mayores, la habitación se hace más versátil, incluyendo también una zona de juegos o de estudio, en la que pasan muchas horas. Por ese largo tiempo de permanencia, y porque los niños son más sensibles a las influencias del entorno, es importante prestar atención a la DECORACIÓN Y DISEÑO de su habitación.

Todo ello, es primordial prestar atención al orden, simetría del mobiliario, colores… que elijamos y, como punto destacado los materiales.

Para favorecer la salud de tu hijo escoge colores suaves, una iluminación cálida y utiliza tejidos naturales en cortinas y ropa de cama, esto generará puede ambiente acogedor.

Aquí van algunas pautas para conseguir un ambiente saludable en las habitaciones infantiles

MADERA

La madera natural es bella, orgánica y de tacto suave aportando un ambiente cálido y sosegado al ambiente.

Curiosamente, la madera mantiene la propiedad de absorber el CO2 aunque sea transformada, de modo que si tenemos un mueble de madera en casa, nosotros también estamos contribuyendo en nuestra aportación a la mejora de nuestro entorno.

TEXTILES

Conviene que utilices sábanas, fundas de almohadas, pijamas y fibras textiles de fibras vegetales, especialmente algodón 100%. Es aconsejable el algodón certificado de cultivo ecológico, ya que no contiene sustancias o aditivos químicos tóxicos. Para los tejidos no ecológicos, un consejo saludable es lavar las sábanas y prendas de vestir con jabón neutro y antes de usarlas. Así se reducirán, en más del 90%, los compuestos orgánicos volátiles que de los tintes y aditivos.

COLCHÓN

Parte de un descanso sano y reparador reposa sobre la elección de un colchón adecuado. Tiene que ser cómodo y ergonomico (ni muy duro, ni muy blando), y facilitar la transpiración corporal. Son buenas opciones los colchones con núcleo de látex y fibras de coco, especialmente los que, en una de sus caras, incorporan un acolchado de algodón –fresco e ideal para el verano– y un acolchado de lana natural en la otra cara, siempre más cálido y perfecto para el invierno y las épocas más frías.

En cuanto a la funda y el forro protector del colchón, es recomendable que sea de algodón y fibras naturales , por su mejor transpirabilidad y ausencia de elementos sintéticos.

Un consejo: evita los elementos metálicos en el colchón y también en la cuna o el mueble de la cama.

TEMPERATURA

Es preferible una temperatura nocturna ligeramente más fresca y abrigarlos bien.

La humedad relativa adecuada, para facilitar los procesos respiratorios y un buen descanso , está entre el 40 y el 70%. Los ambientes con aire muy seco resecan las mucosas, favorecen las irritaciones cutáneas e inducen electricidad estática. Por otra parte, un exceso de humedad tiende a ser más perjudicial, ya que propicia el desarrollo de hongos , mohos y microorganismos que pueden afectar a la salud de los niños.

Para saber la temperatura y humedad de la habitación, se puede instalar un termohigrómetro . Solo se recurrirá a los humidificadores en casos de sequedad extrema, ya que su uso indiscriminado puede resultar contraproducente.

ILUMINACIÓN

Lo mejor para la salud de los niños es la luz natural, ya que favorece su buen estado físico y mental, reforzando el sistema inmunitario gracias a la vitamina D. Durante el día, potencia al máximo la entrada de luz natural, aunque mantén estores y cortinas de colores claros que maticen la luz. El algodón o el lino son materiales naturales que aportan calidez y evitan la electricidad estática en la habitación.

Para la noche, coloca lamparitas de poca intensidad y luz cálida que favorezcan el sueño. Lámparas, interfonos , baby-sitter, estufas eléctricas y otros equipos o aparatos conectados a la instalación eléctrica pueden ser fuentes de contaminación eléctrica y electromagnética. Debemos alejar transformadores y cables de la cuna del bebé.

COLORES

Para pintar las paredes o barnizar el parquet usa PRODUCTOS ECOLÓGICOS que te garanticen que no contienen sustancias químicas volátiles o metales pesados, ya que tienden a pasar al aire e introducirse en el niño a través de la respiración.

Los colores suaves son los más indicados para la habitación del bebé. Los tierra como el beige o el ocre aportan serenidad y crean ambientes naturales. El amarillo da luz y equilibrio a la estancia ; el rosa envuelve; el verde aporta  frescor; y el azul es un color frío que da tranquilidad. No son aconsejables los colores  excitantes como el rojo, o los muy oscuros como el negro, el azul marino o el chocolate.

Una buena opción es decorar con tonos suaves y neutros: los juguetes ya tienen mucho color.

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